Seguir las recomendaciones médicas de acuerdo a lo acordado con el médico es un aspecto clave para lograr los beneficios esperados y disminuir los riesgos de los medicamentos. Esto es especialmente importante en las enfermedades que requieren tratamientos prolongados.

La falta de adherencia al tratamiento es un problema muy frecuente y relevante en la práctica clínica, que puede tener consecuencias negativas para el paciente.

Existen múltiples situaciones en las que se puede observar una falta de adherencia al tratamiento. Algunas son consecuencia de actos involuntarios, como el olvido de la toma de una dosis o confusión, mientras que otras son voluntarias por parte del paciente como el temor a efectos adversas, percepción de ausencia de mejoría o de curación sin finalizar el tratamiento, creencia de que la medicación es innecesaria o excesiva, entre otras.

Por lo tanto, la adherencia al tratamiento es una tarea que compete tanto al paciente como al médico. Resulta importante identificar y fortalecer en conjunto aquellas situaciones que puedan determinar una menor adherencia al tratamiento.